mujer comida por gatos

uno por uno alguien come mis ojos, me va sacando la carne de las orejas, se mete dentro de mi pecho, me saca el corazón. deben ser pelos los que siento sobre la piel. pelillos y también rasguños leves; me desangro, siento la lengua de un ser y unos dientes pequeños. es simultáneo, va por todo el cuerpo, en la cara, en el cráneo, los pies, la barriga, los pechos. toda yo cubierta por pisaditas diminutas. una cosa: no duele, ni hace cosquillas; solo eso. los latidos de cuatro patas embargándome, delirantes.

no sé como vine a parar a esta habitación, no sé como caí inconsciente y ellos se permitieron arremeter sobre mí. empezaron a devorarme, de a poquitos. mordisco tras mordisco, lamida tras lamida. ya no tengo nariz, hay un hueco. ni tráquea. hay otro hueco.

debo haber vivido sola en esta casa horrible, alguien me abandonó, dejó que ellos se apoderarán de todo.

la vecina es de tucumán. la vecina me odia. ha tapiado la ventana. no entra luz, todo está oscuro, me ha encerrado. ella se cree dueña de la luz. ella crió a los gatos, luego ellos vinieron a mi casa.

después caí, sedienta, sin luz. la vecina debe estar feliz. no tengo labios. no había nadie quien me bese.

no tengo frío ni calor. alguien debería decirle a la vecina que abra la ventana. así los gatos regresarían por donde vinieron.